Recibían el nombre de bucaneros, derivado de la palabra india "bucan" con que designaban los indios el lugar donde ahumaban la carne, quemando madera verde bajo unos palos en forma de parrilla, que recibían el nombre de "barbacoa".
En aquella parte desocupada de la isla (la parte oriental la ocupaban los españoles) se habían reproducido extraordinariamente toros y vacas y los bucaneros se dedicaban a cazarlos para vender luego sus pieles y la carne ahumada a los barcos, que sabían apreciar el sabor y la durabilidad de las carnes bucaneras.
Los bucaneros vivían en la más salvaje libertad; nadie les mandaba ni reconocían ninguna autoridad. Esto atrajo a todo tipo de gentes desahuciadas, proscritos, fugitivos, esclavos, indios rebeldes, desertores, perseguidos por la religión, etc. El número de bucaneros fue en aumento y en 1620 empezaron a ser perseguidos por los españoles. Decidieron arriesgarse a cometer pequeñas correrías marítimas y tomaron como base de operaciones el islote de La Tortuga, próximo a La Española.
La aceptación de Le Vasseur como gobernador de la isla, y la toma de conciencia de su importancia real, les lleva a asociarse en la célebre "Hermandad de la Costa" o "Confederación de los Hermanos de la Costa" que dio origen a los filibusteros.
Fuente: Ester Boldú.
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