En el siglo XVI, el pirata más temido del Mediterráneo era Barbarroja, aunque en realidad fueron dos hermanos que adoptaron el mismo apodo.
Aruk-ed-Din fue el mayor de dos hermanos piratas que tomaron como sobrenombre Barbarroja. Aruk, el hermano mayor, fue el más famoso de los dos y el que empezó la saga del temible pirata Barbarroja.
Aruk-ed-Din nació en 1465 en la isla griega de Lesbos, aunque en aquel entonces era otomana. De origen humilde, Aruk tuvo un ascenso rápido, pero en un principio desgraciado. Desde muy joven él y su hermano menor Hayr-ed-Din se alistaron en diferentes barcos piratas turcos y con el tiempo Aruk se hizo dueño de uno de ellos. Nombrado capitán, se dejó una densa barba que le valió el apodo por el que hoy se le recuerda, Barbarroja, y que su hermano se encargó de perpetuar tras su muerte haciéndose llamar igual.
Se convirtió en musulmán junto con su hermano Hayr para así ambos obtener la protección del rey de Túnez en 1512. Utilizó la isla de Yerba como base para de su piratería. En 1516 se fue a Argel llamado por el rey Selim II, quien quería resistirse al pago de tributo a los españoles.
Poco después Barbarroja le asesinó (algunos cuentan que con sus propias manos) y se hizo proclamar sultán. Casi inmediatamente después tomó Tremecén en un intento de expandir el reino tanto por la costa como por el interior. Pero en 1518 los ejércitos españoles sitiaron y conquistaron la plaza y, finalmente, Aruk murió en la batalla.
La reacción de su hermano Hayr no se hizo esperar. Se hizo súbdito de la Sublime Puerta turca a cambio de recibir ayuda contra los españoles y de ser mantenido como gobernador de Argel. En 1519 los españoles fracasaron en la toma de Argel, pero las revueltas interiores impidieron a Hayr consolidar su reino.
Con el tiempo el nuevo reino creado por un pirata, Hayr-ed-Din Barbarroja, tuvo mucho más éxito que los intentos de un Estado avanzado como el español. El reino de Argel se extendió por un amplio trecho de la costa magrebí y consiguió en los siguientes decenios alianzas duraderas con las tribus. Emprendió expediciones hacia el interior del Sahara consolidando su soberanía hasta que murió en 1546.
Según su leyenda, el pirata Barbarroja tuvo un final bien diferente. Se decía que Barbarroja era tan ambicioso y audaz, que se atrevió una vez a capturar dos naves llenas de preciosas mercancías enviadas por el Papa de Roma. A los hombres del Papa no les gustó nada que les robaran y juraron acabar con Barbarroja.
Comenzaron a perseguirlo y cuentan los relatos de aquella época que el pirata, para retrasar el paso de sus perseguidores, fue dejando un rastro de oro y joyas. Pero los perseguidores no se dejaron engañar, y continuaron su persecución hasta que finalmente lo alcanzaron y lo mataron.
Según la leyenda, así terminó Aruk, que era llamado Barbarroja por tener rojos los pelos de su barba.
Fuente: Ester Boldú.
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